COLORES: La importancia que tienen sobre nosotros, sobre nuestras emociones y cómo nos pueden ayudar para hacernos sentir mejor.
Añadiendo el color en una habitación o incorporando elementos con las tonalidades adecuadas, nos puede generar mayor bienestar dentro de nuestro hogar. Sería como el Pantone de la felicidad, podríamos decirlo así, añadiendo esa dosis que necesitamos como impulso en nuestro bienestar.
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LA MAGIA DE LOS COLORES
Debes saber que existe una relación muy estrecha entre las personas y los colores, y para el Feng Shui, para este arte, los colores también tienen su significado. El color, en sus diferentes tonos, es una gran fuente de información e influye en tu estado de ánimo.
Por eso, los colores crean emociones, como la alegría o la tristeza, pueden relajarte o darte ese chute de energía, pueden ayudar a percibir el orden o todo lo contrario, al desorden, al caos, e incluso, puede favorecer hasta la creatividad y la concentración, favorecer la comunicación y muchas más beneficios si profundizamos en detalle.
Además, favorecen sensaciones como el frío o el calor, por eso siempre en verano se recomiendan tonalidades como más frescas, azules, cítricos y en los meses más fríos los colores más otoñales para transmitirnos mayor calidez.
Por ejemplo, el color amarillo y los colores tierra en general, nos proporcionan seguridad y comodidad. El amarillo es un color que transmite alegría y ayuda a despertar la creatividad. Estas tonalidades son ideales para espacios comunes, para la cocina, la habitación de los niños y en pincelada en despachos para despertar la creatividad, que nunca viene mal.
El color naranja, igual que el amarillo, es un color alegre, ofrece positivismo. Es un color social, activa la comunicación e incluso, incita el consumo, hay un estudio que dicta que este color, en restaurantes o bares incita inconscientemente a tener mayor consumo, interesante, ¿verdad?
El color rojo, es un color que si lo utilizamos de manera de adecuada puede ser de impulso para aquellas personas con estados de ánimo más tristes o desmotivados, aporta vitalidad. Es el color de la pasión y eso mismo ofrece. Pero siempre en equilibrio, su exceso puede perjudicar alterando, es un color yang.
El color azul, además de aportar frescura, aporta serenidad, ayuda a fomentar la concentración y al mismo tiempo transmite confianza. En cambio, si nos excedemos podemos provocar espacios fríos. Combínalo con tonalidades más cálidas para lograr un buen equilibrio.
El color verde, es un color que ayuda a tranquilizar, ofrece equilibrio y también es un color que despierta la creatividad. Ideal para cualquier estancia.
Y por último, el color blanco, este color es pureza, transmite calma y limpieza. Ideal como base de color y dar pinceladas de otros colores, que según lo que quieras que te transmita ese espacio, será más ideal uno u otro. Por ejemplo, para los dormitorios, al ser nuestro oasis de descanso, se aconsejas colores muy yin, muy suaves, pastel, gama de terrosos, beige que inciten el buen descanso, tan necesario en esos momentos de estrés tras finalizar, por ejemplo, un día intenso, enriqueciendo tu sueño, tu descanso, para que sea lo más reparador posible, nutriéndote e iniciando el día al 100%.
Ahora te toca a ti, analiza tu hogar y piensa que color necesitas para darte ese impulso, logrando esa sensación que todavía no consigues tener y ofrecer así un mayor bienestar.
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