El color es uno de los pilares fundamentales a la hora de iniciar un proyecto de decoración. Es muy común que la elección de la paleta de colores en primera instancia se relacione con las últimas tendencias, la moda o con algún estilo particular. Sin embargo, lo ideal es profundizar en su selección para convertirlo en una herramienta de influencia positiva en cada ambiente.
Si dejamos de lado la elección azarosa del color y profundizamos en su historia, descubriremos que la relación entre las ondas emitidas por los colores y el efecto que cada uno de ellos ejerce en el ambiente y las personas, es conocida como cromoterapia o terapia del color.
El color es una creación de la mente que tiene una gran influencia en el estado de ánimo mental, físico y emocional. Dada su importancia, es posible utilizar las virtudes de su influencia a nuestro favor. Cada color puede repercutir positivamente en las acciones diarias, reforzando ambientes donde predomine la tranquilidad, se mejore la salud, y se emita un efecto energizante. Las personas reciben el efecto subliminal del color y sus ondas, reaccionando automáticamente y, mejor aún, de forma inconsciente.
Todos los colores, en su justa medida, van influenciando al sistema nervioso y repercuten en el bienestar de cada individuo. Por ello, vamos a conocer las propiedades terapéuticas, particularidades y vibraciones que posee cada color.
El rojo es un color primario enérgico, pasional y con propiedades estimulantes. Cuando se emplea adecuadamente, favorece al sistema nervioso central y en cuanto al estado de ánimo, colabora con la supresión de pensamientos negativos. Sin embargo, su uso necesita moderación ante síntomas de ansiedad, irritabilidad o estrés. Permanecer en sitios con presencia exagerada del rojo puede llegar a resultar opresivo y desestabilizador de las emociones. Desde ya, es desaconsejable para habitaciones infantiles o espacios de relajación. Se recomienda integrarlo a espacios de uso común y, por supuesto, teniendo en cuenta el equilibrio de los cinco elementos.
El anaranjado es un color secundario producto de la unión entre el amarillo y el rojo, es un tono entusiasta que influye de manera positiva en la imaginación y el estado de ánimo. Embajador de propiciar y colaborar con la buena comunicación, de amenizar con las pérdidas emocionales y la personalidad introspectiva. También se lo asocia con el deseo y el placer, emoción que estimula el buen apetito. Su exceso puede derivar en estrés.
Es muy interesante para decorar ambientes de trabajo donde se busque un enfoque creativo como por ejemplo: marketing, diseño, publicidad o comunicación. También es óptimo para zonas comunes y salas de ocio.
El amarillo es otro color primario, con el brillo e intensidad del sol, es considerado un vibrante antidepresivo, emitiendo ondas de alegría y juventud. Tiene propiedades que estimulan y llenan de inventiva al cerebro. Además, contrarresta la depresión, incrementa la concentración e impulsa los reflejos. La cromoterapia alienta el empleo de la coloración amarilla para decorar espacios comunes que no tienen suficiente luz natural. También, es un tono ideal para decorar las habitaciones juveniles o infantiles.
El verde es el color secundario, por excelencia, fusión del azul y el amarillo. Es la paleta de color mayor expuesta del planeta mediante la vegetación. Está estrechamente relacionado con el relax, la calma, la armonía y la esperanza, dado que equilibra el cerebro y estimula la glándula pituitaria que se relaciona con las demás glándulas del cuerpo. Se sugiere emplear los tonos más claros y pálidos, ya que el exceso de tonalidad en verde oscuro puede generar inestabilidad en algunas personas.
Es indicado para usarlo en dormitorios y lugares de estudio, donde sea prioridad, la tranquilidad y la serenidad. Generalmente, se suele emplear en centros de salud para lograr un efecto apacible de calma.
El azul es uno de los colores primarios más emblemáticos, asociado al cielo y al mar, se relaciona con la pureza. Propicia la liberación de las toxinas a través de la respiración, estimulando atributos intuitivos y generando vitalidad. Posee efectos terapéuticos similares a los que se sienten en la playa. Además, se comprobó que es el color favorito en la elección, de un mayor número de personas. Es un tono frío y a la vez sereno, que despeja la mente, que actúa contra el insomnio y el estrés.
Los azules son especiales para lavabos, duchas y zonas que deseen transmitir pureza, calma o limpieza. También favorece la percepción integral en las habitaciones de los más pequeños o en los espacios de personas que padecen trastornos emocionales.
El violeta es un color secundario conocido por su poder de relajación. Esta paleta de colores calma la ansiedad, reduce el cansancio y colabora con la conexión emocional, mejorando la predisposición frente a problemas emocionales como miedos o ciertas inestabilidades internas. Es, además, ampliamente recomendado como el color de la meditación, la espiritualidad y la intuición. La gama de los tonos claros, como lo es por ejemplo el lila, son los más apropiados, perdiendo efectividad a medida que se oscurece el color. Ideal para espacios donde quieras promover la calma.
El color blanco es reconocido por ser un neutro predilecto. Es síntesis de todos los colores y representa perfección, pureza, verdad, inocencia, gloria, integridad, firmeza, obediencia, elocuencia, iniciación y perdón. En la naturaleza es el color de la nieve, de los lirios, de los pulcros cisnes y de igual modo, se convierte en el color preferido por los decoradores porque da luminosidad y favorece la integración de espacios, texturas y accesorios. Es la base de cualquier espacio para ganar amplitud y luminosidad, no debe faltar.
El negro es la anulación de todos los colores. Históricamente, simboliza la noche, la nada, el abismo, las tinieblas. También es elegido por estar asociado al rigor, la prudencia, la seriedad y elegancia. Además, a la tristeza, el luto, la inconsciencia y el odio. Rara vez los espacios en el hogar se ven completamente en este color; sin embargo, de forma combinada es más aceptable, incluso denota sofisticación. Se puede incluir en detalles decorativos y en ciertos acabados para dar ese toque de carácter al espacio.
A sabiendas del efecto que ocasiona un color o la mezcla de ellos, se puede prever si el influjo es positivo o negativo en cuanto a la calidad de vida provista por el ambiente. Teniendo en cuenta el resultado se pueden realizar las combinaciones y las correcciones necesarias para transmitir, con los colores adecuados, mayores beneficios.
Es importante conocer e implementar las reglas de la terapia del color para lograr esa anhelada armonía en el medioambiente, mejorando la salud de manera integral por su efecto físico y psíquico, en tratamientos alternativos que alivian algunos síntomas. La base de esta teoría se aplica en la decoración a través de la pintura o revestimientos, accesorios, ventanas, muebles e iluminación, con el fin de mejorar la energía de cada hogar y su proyección en quienes lo habitan.
ROSANA BARTET
Miembro del equipo de profesionales de Materialesdefabrica.com y Habitium.com
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Actualizaciones de por vida. Aprendiendo a tu ritmo con ayuda de un profesional.