La tendencia natural tiene como objetivo crear espacios funcionales que resulten acogedores y, por supuesto, la presencia de plantas vivas no deben faltar. Un toque sutil de color y la presencia de una cantidad limitada de muebles, es decir, solo incluir los necesarios, son los factores para lograr casas que invitan a la calma, al estado zen.

Por supuesto, en cualquier estilo el equilibrio de los cinco elementos no debe faltar para lograr máxima armonía en todos los espacios. ¿Cómo nos ayuda cada elemento? Aquí un breve resumen:

• ELEMENTO TIERRA: Promueve la energía de estabilidad y esta es la que nos alimenta para traernos estabilidad en general. Si tienes poco tierra, sentirás que todo va muy deprisa, provocando inestabilidad. En cambio, demasiado tierra provocará estancamiento .
• ELEMENTO MADERA: Favorece el crecimiento y ofrece fuerza en sí de movimiento, de creación. Un exceso de este elemento pierde vitalidad, alimenta el adormecimiento.
• ELEMENTO FUEGO: La energía que promueve nos impulsa el ánimo y favorece el crecimiento de cualquier proyecto. Pero si tienes demasiado fuego, alimentará la irascibilidad, el enfado y los conflictos en la vivienda se harán más presentes.
• ELEMENTO METAL: Favorece la concentración, la firmeza y tenacidad. Demasiado metal provoca una energía fría y calculadora.
• ELEMENTO AGUA: Promueve al arranque, la fluidez y el desarrollo, floreciendo todo a su tiempo y en equilibrio. En exceso este elemento crea inestabilidad y descontrol.

Recuerda, no es solo hacer un espacio bonito y personal, sino equilibrarlo de forma adecuada para vivir en casas saludables que nutran en todos los sentidos. Y, con feng shui lo conseguimos.